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La Agricultura Familiar, Campesina e Indígena ya tiene a sus referentes en San Juan

En este sentido el ministro de Desarrollo Humano Fabián Aballay recibió a Leslie Soria, Daniel Banega y Ernesto Molina para coordinar acciones.



El eje de la reunión se centró en poner a disposición los programas con los que cuenta la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, con el objetivo de fortalecer las condiciones para el desarrollo local y regional de la provincia. Daniel Banega, Leslie Soria y Ernesto Molina tendrán a cargo desde ahora la aplicación de estos programas.

El Gobierno provincial, en consonancia con las políticas sociales que implementa el Estado Nacional, apunta al desarrollo, crecimiento y fortalecimiento de las producciones familiares.

En el encuentro, acompañaron al ministro Aballay, el director de Cooperativas, David Domínguez; la directora de Mujer, Adriana Ginestar; el director de Desarrollo Local y Economía Social; Eduardo Cabrera y el director de Políticas para la Equidad, Raúl Alonso.

En este marco, el ministro de Desarrollo Humano manifestó que “son fundamentales estas líneas con las que cuenta la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, que viene a fomentar la conservación de la biodiversidad y el mejoramiento de la calidad de los recursos naturales, pero también son fuentes de trabajo para ese sector que, sin dudas, por la pandemia, se vio afectado”.

“En este sentido, estamos convencidos de que podemos trabajar articuladamente con diversos sectores para lograr contribuir con la economía popular, desarrollando y fortaleciendo estructuras en pos de beneficiar acciones del desarrollo local”, finalizó Aballay.

Antecedente histórico

La Ley Nacional 27.118 y la Ley Provincial Nº1413-J promueven la Agricultura Familiar, aquella que se desarrolla en ambientes rurales, donde el agricultor y su familia llevan adelante la producción.

Entre sus objetivos principales, está promover el desarrollo humano integral, bienestar social y económico de los productores, de sus comunidades, de los trabajadores de campo y, en general, de los agentes del medio rural, mediante la diversificación y la generación de empleo en el medio rural, así como el incremento del ingreso, en diversidad y armonía con la naturaleza para alcanzar el buen vivir.