Con la adquisición de un equipamiento para Hipotermia Terapéutica, el servicio de Neonatología del Hospital Rawson dio un salto importantísimo desde lo técnico que permitirá salvar vidas de recién nacidos de toda la región, ya que hay sólo seis provincias que cuentan con él.
En el marco de la capacitación en el manejo inicial del paciente candidato a ingresar a Hipotermia Terapéutica, a cargo de la subjefa de Neonatología del Hospital Italiano, Dra Silvia Fernandez Jonusas y la Lic. Mariela Polco, supervisora de Enfermería de Neonatología de la misma institución, la jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Rawson, Dra. Carmen Grassi, explicó que el nuevo equipamiento sirve para tratar las consecuencias de la encefalopatía hipóxico isquémica, que es un trastorno cerebral producido por la hipoxia generada antes, durante o inmediatamente después del parto. “Esta encefalopatía puede matar o dejar al niño con discapacidad y con este tratamiento que produce hipotermia en el bebé se disminuye en forma significativa la mortalidad y la morbilidad, o sea las enfermedades secuelas que puedan quedar a largo plazo. Los estudios que ha realizado el mismo Hospital Italiano han dado muestras de lo efectivo del tratamiento, con un seguimiento de cinco años en el paciente”.
“Hasta ahora cuando se presentaban estos casos no había mucho por hacer, más que acompañar al pequeño en este proceso ya sea con drogas o con ventilación mecánica porque no podía evitarse la destrucción de las neuronas, inclusive porque se produce una autodestrucción de las neuronas durante los primeros días después de producida la encefalopatía. En el año 2006 la Academia Americana de Pediatría sostenía que esta patología era una de las frustraciones clínicas no resueltas de la medicina neonatal contemporánea. Ahora enfriando a los bebés durante las primeras 6 horas de nacido y durante 72 horas se salvan vidas y se logra calidad de vida”, destacó la profesional.
Este equipo (además de un monitor cerebral también adquirido, que permite evaluar de forma continua la función cerebral) es el único aparato que hay en San Juan tanto en la parte pública como en la privada, “o sea que va a ser útil para los casi 8.000 partos que hay en el hospital como los casi 1.000 más que nacen en la periferia y también para los que nacen en la parte privada. Es un aparato útil para los 15.000 bebés que nacen en San Juan. Se calcula que hay uno cada mil nacidos vivos que puede presentar esta encefalopatía, podemos tener 8 a 24 pacientes al año en este hospital y casi el doble en la provincia en total en la parte privada y pública’, explicó la Dra. Grassi.
“En el país hay sólo seis provincias que cuentan con esta tecnología: en Mendoza hay uno solo en el hospital Lagomaggiore, hay en Buenos Aires, Santa Fe, en Córdoba, Tucumán y Neuquén. Con este equipo ya podemos ofrecer la utilización del mismo a San Luis, La Rioja o Catamarca, siendo necesario que el bebé llegue antes de superar las seis horas de nacido”, agregó la Jefa de Neonatología.
En esta semana se está preparando a todo el personal médico y de enfermería en la utilización de este equipo con una capacitación teórica y práctica en terreno por parte de la subjefa y la supervisora de Enfermería de Neonatología del Hospital Italiano. ‘Con esta capacitación en muy poco tiempo se comenzará a utilizar el equipo’, explicó la Dra Grassi. “Hay que aprender a enfriar un niño precozmente y sostenerlo por 72 horas, a saber todo lo que hay que controlar y evitar y saber después cómo hay que recuperarlo para que vuelva a su temperatura normal”, concluyó.