Los máximos representantes sindicales ya expresaron su negativa ante la medida del Gobierno. Se tensa cada vez más la relación y crecen los rumores de un nuevo paro general.
En plena disputa con la CGT, el Gobierno anunció «libre elección de obra social» para trabajadores a través de la reglamentación del DNU para posibilitarle a los obreros derivar sin restricciones sus aportes a la obra social o empresa de medicina prepaga que elijan desde el inicio de su contratación. Esta decisión amenaza con tensar todavía más la relación de la Casa Rosada con la mayoría de los sindicatos nucleados en la central obrera.
Luego de que se conociera que el Poder Ejecutivo se presentó ante la Corte Suprema para intentar revertir, mediante un recurso extraordinario, el fallo que declaró inconstitucional y suspendió la aplicación del capítulo laboral del DNU 70/23, se conoció la decisión que termina con la obligatoriedad para los trabajadores de tener que afiliarse, cuando se inicia un vínculo de trabajo, a la obra social del sindicato correspondiente a la rama laboral en la que se desempeña. Ambas medidas fueron tomadas en medio de la tensión que existe entre el Gobierno y los sindicatos, una relación que quedó resquebrajada luego del paro nacional que la CGT llevó a cabo el 24 de enero pasado y que, día tras día, suma declaraciones de confrontación.
Adorni confirmó la decisión: los detalles de la medida
Fue el vocero presidencial Manuel Adorni quién, durante su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, anunció la pronta publicación en el Boletín Oficial de la reglamentación del 70/2023: «Durante décadas esto no pudo ser así ya que muchos estaban obligados a mantener la obra social que les obligaba a tener la actividad o el sindicato al que pertenecían, así que esto les va a dar mucha más libertad», informó el funcionario.
La reglamentación, aclaró, «busca terminar con la obligatoriedad de darte de alta en un empleo y quedar preso en la obra social que corresponda al sindicato que te nuclea», explicó, y afirmó que «el objetivo es darle libertad de elección a los beneficiarios e impulsar la libre competencia entre obras sociales y prepagas». Desde el Gobierno aclararon, además, que los beneficiarios «podrán elegir una obra social o prepaga sin ningún tipo de intermediación» y que «podrán ejercer el derecho de libre elección una vez al año, en cualquier momento desde el inicio de la relación laboral».
¿Se viene un paro general?
Ayer, el cosecretario general de la CGT y líder del sindicato de los trabajadores de la Sanidad, Héctor Daer, consideró que «va madurando» en la central obrera la posibilidad de realizar una nueva medida de fuerza, en el marco de un «feroz aumento de la pobreza».
«Se va madurando por la propia actitud de ajuste que tiene el Gobierno», respondió Daer ante una consulta acerca de si la CGT evalúa llevar adelante una huelga, tal cual hizo el 24 de enero pasado a nivel nacional y por el lapso de 12 horas. Hace tan sólo dos días, el otro cosecretario general, Pablo Moyano, pronosticó que marzo «será un mes muy conflictivo», dijo que «el interior del país es un polvorín» y confirmó las deliberaciones internas sobre la medida de fuerza.
«El Consejo de la CGT está autorizado para tomar las medidas necesarias, no vamos a poner fechas todavía, pero se está discutiendo el paro general», dijo En una clara advertencia, Moyano advirtió a Milei que «se prepare» porque señaló que, desde la CGT, no serán «meros espectadores de cómo van a ir destruyendo el país y del avasallamiento a los trabajadores».
Mientras tanto, este miércoles el gremio ferroviario de La Fraternidad tendrá su propia medida de fuerza y su titular, Omar Maturano, consideró que la CGT debe convocar al paro. «Tenemos que hacer un paro general por nosotros, pero también por los jubilados, por el trabajo, por la reforma laboral del DNU» explicó.