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San Juan: internan al «perro viajero» con golpes y creen que fue atropellado

El animal, que tendría dueño, viaja habitualmente en los colectivos de distintas líneas de colectivos y esta semana apareció en la calle muy golpeado.


Un perro que se ha ganado a los pasajeros de las líneas de colectivos de la ciudad de San Juan, y cuyo nombre sería Apollo, ha provocado una consternación general al saberse que apareció muy golpeado en la calle, por lo que tuvo que ser internado en una veterinaria.

Desde hace un tiempo, el perro es conocido por su particular forma de abordar los colectivos, donde se duerme una buena siesta durante todo el recorrido. Ya son varios los sanjuaninos que se han tomado fotografías junto “el perro viajero”, como lo han bautizado en las redes.

«El perrito tiene muchos golpes. Le han puesto calmantes y antibióticos. Está muy dolorido, con poca sensibilidad y mañana (por este jueves) haremos radiografías y evaluaremos su pronóstico», señaló Néstor López, un chofer de la línea 26 A que se ha encariñado con Apollo, al punto de asegurar que si su dueño no aparece, lo llevará a vivir con él.

«Es un perro increíble. Muy ‘humanizado’ y educado. A mi colectivo amagaba subirse; después lo hizo pero una cuadra y se bajaba. Hasta que se subió e hizo el recorrido completo», agregó.

El chofer se llevó una sorpresa al enterarse de que Apollo era conocido por choferes de todas las líneas locales, que lo llevaban de acá para allá. Fue insólito; llego a un semáforo y se subió asustado como si lo persiguieran otros perros. Pensé que venía con alguien pero nadie subió junto a él. Se echó sobre dos asientos y se durmió. Cuando llegamos al paradero que está cerca de Don Bosco pensé que se iba a bajar pero no. Empecé a comentar con otros choferes y con mi familia que llevaba un pasajero sin boleto y que no podía pagar. (…) Lo miraba para ver cómo reaccionaba la gente y si él gruñía o no. Sin embargo, todos lo miraban y él hasta le movía la cola a los niños que le hacían cariño. Otros que subieron en el centro le sacaban fotos e incluso cuando llegamos a la Villa San Damián, una señora me acercó alimento para que le diera. Nuevamente en el paradero, lo bajé para alimentarlo y esperé ver qué hacía. Se fue caminando hacia calle Brasil».

«Un chofer lo bajó en el barrio Fátima y el perro como no subió, se fue nomás. Le decía que por qué había hecho eso; si el perro no era de allí; que seguro se había perdido. Pero nos enteramos que se subió a otro micro y regresó a la zona de Rawson y Santa Fe. Es muy tranquilo y cuando vi su foto sentado en una butaca mirando por la ventanilla, parecía casi una persona. Estas cosas nos sacan una sonrisa; en una actividad como la nuestra en la que lidiamos con el tránsito y tenemos tantas cosas en la cabeza, realmente nos saca de la rutina y para bien. Espero verlo pronto y ya tiene su viandita», concluyó.

De momento, el perro permanece internado en la veterinaria Montilla, donde sus responsables creen que ha sido atropellado, dada la naturaleza de los golpes, sobre todo después del testimonio de una vecina, que ese mismo día lo vio bajando de un colectivo en perfecto estado de salud.