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España: el próximo gobierno argentino seguirá peleando con la inflación y el dólar

Economistas del Banco Santander analizaron la situación de las principales economías de la región, entre ellas la de nuestro país. Prevén un dólar competitivo y menor déficit externo.


Los economistas jefes del Banco Santander de España analizaron las principales economías de la región y realizaron una radiografía del estado de situación de la Argentina.

Alejandra Kindelan, directora del Servicio de Estudios y Public Policy del Grupo Santander, explicó que «el mundo crece este año menos que el pasado» como consecuencia de que las principales economías se encuentran muy cerca del límite de su capacidad potencial y por la tensión comercial entre Estados Unidos y China.

Particularmente sobre la Argentina, Sergio Galván, economista jefe de Santander en el país, dijo que las dificultades que atraviesa nuestro país se debe a los problemas de los especialistas en acertar los pronósticos de las principales variables y a la incertidumbre electoral. «Las elecciones son como un muro que limita hasta dónde se puede ver. Lo único que podemos hacer es espiar detrás del muro», dijo.

En este marco, habló de un nivel de inflación «muy exigido», a diferencia de lo que ocurre en el resto de la región, y mostró un gráfico con una expectativa del 39% anual para 2019, una baja del PBI del 0,5%, un dólar en $52 y un déficit de cuenta corriente de 2% del PBI.

Respecto a qué economía recibirá el próximo gobierno, o bien la “autoherencia” en caso de que sea el propio Presidente quien consiga la reelección, Galván enumeró datos positivos como un menor déficit externo, cuentas fiscales más saneadas, mejor situación energética, precios relativos más ajustados, cuentas provinciales equilibradas y un mejor relacionamiento con el mundo.

De lo negativo, el economista se refirió a la gestión de la deuda (que de todos modos calificó de «financiable»), las dificultades en materia de tipo de cambio e inflación, la falta de inversión privada, la necesidad de mejorar la productividad de la economía y la alta presión impositiva.

«A pesar de los problemas que todos conocemos, el punto de partida para el próximo gobierno será mejor que el del 2015. Pero el margen para seguir mejorando es muy finito y cualquier paso en falso que se dé posteriormente podría profundizar la crisis», explicó.