Inicio Editorial Jugando con fuego

Jugando con fuego

Por Gustavo Martinez Quiroga

 

A quién beneficia un escenario polarizado entre Cristina Fernández y Mauricio Macri ?

El juego está claro. El duranbarbismo cree que tener a Cristina de adversaria suma votos. “La alternativa a Macri tiene que ser Cristina –opinan- si queremos subir la intención de voto que tiene Mauricio” .En las filas de Unidad Ciudadana y del pejotismo opositor, las opiniones están divididas: Los más optimistas creen que el juego puede resultarle un boomerang a Cambiemos y el esfuerzo por posicionar a la ex presidenta como única opción , termina sumándole también a UC. ¿Y si gana ? .

La posibilidad es concreta. Las encuestas más creíbles le siguen dando a CFK un piso de 30 %, muy lejos de cualquier otro u otra presidenciable en el gran abanico opositor.

La jugada es arriesgada, es cierto. Es caminar sobre el filo del precipicio. Es jugar con fuego, pero es una de las estrategias de campaña del oficialismo después de no haber podido sacar a Cristina del tablero político. Cuando el PRO asumió el gobierno, se daba por descontado que a estas alturas Cristina estaría presa. Y el populismo, en la acepción neoliberal, muerto y sepultado.

“Las encuestas confirman la polarización entre Mauricio y Cristina”, titula Clarín cada semana con distintos matices, más allá de lo que las encuestas digan . Primero se intenta confirmar a Macri como el candidato natural de Cambiemos con mediciones que aseguran que de todos los dirigentes de la alianza gobernante, el presidente suma el 60 % de adhesión cuando se consulta sobre quién debería ocupar la candidatura. Vidal y Rodríguez Larreta, lejos.

La hipótesis que maneja este diseño de laboratorio electoral es que la frase “Macri o Cristina”generará el conocido “voto de nariz tapada”para uno y otro lado. Creen , sinceramente que habrá más electores que votarán en “contra de”, en vez de elegir un presidente o un modelo de gobierno. Lo cierto es que Cambiemos captaría el voto anticristina pero la ex presidenta sumaría también el voto anti M , que no para de crecer.

Planteada asi las cosas, sería la marcha de la economía la que definiría la balanza para uno u otro lado. La mayoría de las encuestas señalan que si la situación económica mejora y esa mejora se percibe en los sectores de clase media y baja, el bienestar se traduciría en una nueva chance para Macri. Por el contrario, si el gobierno sigue sin acertar sus políticas económicas, la recesión no se revierte y el poder adquisitivo de los salarios no crece, el malestar llenaría las urnas de voto castigo.

De todos modos, imponer un escenario polarizado no es tarea fácil. Choca contra los intereses de muchos dirigentes y espacios que quieren jugar en la contienda. Y es que una pelea entre la ex y el actual implica despejar de “la ancha avenida” a todos los presidenciables que pretenden convertirse en una alternativa a la polarización. Según el analista político Jorge Asís, “la idea es pegar a Sergio Massa con Cristina y a Juan Manuel Urtubey con Macri.” La gran pregunta sigue siendo, ¿ Será Cristina Kirchner candidata a presidente? ¿Jugará con más chances en provincia de Buenos Aires ? ¿ Está obligada a actuar en función de las mediciones, o podría simplemente “bendecir “ a un candidato y suponer que su caudal electoral es transferible ? No falta mucho para conocer las respuestas.